miércoles, 15 de junio de 2016

Nuestra Señora del Rocío en Valladolid



Nuestra Señora de la Rocío es una de esas devociones que han traspasado fronteras, que su culto no sólo se queda en su Santuario, poblaciones cercanas, provincia o Comunidad Autónoma, se extiende al resto del país, habiendo llegado a otras partes de Europa y América.

Origen y leyenda de la aparición de Nuestra Señora del Rocío
Son diversas las versiones que narran la aparición de la imagen de Nuestra Señora del Rocío pero, en líneas generales coinciden en los siguientes puntos: A principios del siglo XV, un cazador llamado Gregorio Medina, oriundo de Mures (actualmente Villamanrique de la Condesa) se encontraba de cacería con otros compañeros y le tocó en suerte ir a la zona de Las Rocinas, allí alertado por los ladridos de sus perros encontró en un árbol una imagen de casi una vara de alto “hollada por las inclemencias del tiempo”. Las distintas versiones nos hablan de dos ocasiones en las que Nuestra Señora manifiesta su voluntad de quedarse en el lugar donde se encontró la Imagen. En una primera ocasión es el propio cazador quien pretende llevarla a Almonte pero, vencido por el cansancio se quedó dormido y, al despertar, la Imagen no se encontraba a su lado, volvió al sitio donde la encontró y, efectivamente, allí estaba, como la primera vez que la vio. La otra ocasión  "Volvió al pueblo de Almonte, a cuyo término pertenecía aquel sitio, dando cuenta de su hallazgo. De esta población llegaron numerosos vecinos llevándose a dicha localidad la imagen. La noticia llega a los demás pueblos de la zona, pero entre los vecinos de Almonte y de Villamanrique surgió una disputa en torno a la cuestión del acomodo de la imagen, que subsanaron siguiendo la costumbre de la época, unciendo en unas carretas dos yuntas de bueyes y que su fuerza decidiera el sitio donde se quedaba la Virgen. Ambas fuerzas quedaron igualadas sin conseguir avanzar a un lado ni a otro. Este hecho se interpretó como sentencia y se colocó la talla de la Virgen en el sitio en que fue encontrada, construyéndose una ermita de diez varas de largo gracias a las limosnas de los devotos". (ZAMORA MOYA, José A. (2000): Vivencias (La Romería del Rocío), Algaida editores, Sevilla, p. 20).

La Imagen de Nuestra Señora del Rocío
El tremendo celo y cierto “secretismo” hace que no se conozca fotografías de la talla de Nuestra Señora del Rocío, no obstante sí que hay constancia de algunas descripciones y, a partir de ellas, cabe mencionar la reconstrucción ideal de cómo pudo ser esta imagen, recientemente realizada por Elías Rodríguez Picón. Pero, vayamos, poco a poco.

José Alonso Morgado la describe así en 1882: «tiene completamente borrado su rostro, pende de sus hombros un sencillo manto pintado de azul, y el vestido está de verde, sugetándolo a la cintura una correa salpicada de estrellas de color de oro, dejándose ver entre los pliegues de la túnica por su parte baja, el calzado grana de forma puntiaguda. En el sitio del pecho al lado izquierdo, está perfectamente señalado el lugar que ocupó el Niño».

Por su parte, Santiago Martínez, en 1949, dice: «la escultura es de período gótico perfecto, buena como obra artística, bien conservada de la cintura para abajo, no así el resto, que se encuentra mutilado desgraciadamente por arreglos, tal vez muy remotos, con objeto de darle ciertas formas, para adaptarle las ropas, ráfagas y el Niño [...]. La Virgen está de pie, los plegados y forma del cuerpo están muy bien resueltos en su dibujo y modelado, asomándole entre los pliegues unos chapines pintados de rojo. La decoración que se conserva no está mal en sus sencillos dibujos de dicho estilo gótico [...]. La cara tan bella y atrayente de la Celestial Señora, parte principal de toda la imagen, que enmarca el rostrillo cuando está vestida con el traje llamado de Reina, también tiene antigua restauración, conservándose por fortuna todos los rasgos de expresión y modelado de escultura, sin que parezca haber sufrido importantes transformaciones. La encarnación, aunque retocada con seguridad hace muchos años, conserva también lo esencial de la obra antigua [...]»

Manuel Jesús Carrasco Terriza añade además que testimonios orales aseguran, tras una reciente restauración, que la primitiva escultura ofrece un notable parecido con la Virgen de la Hiniesta, Patrona del Ayuntamiento de Sevilla, cuya réplica se conserva en la iglesia hispalense de San Julián.

La imagen del Niño que porta la Santísima Virgen del Rocío podría ser obra del siglo XVIII.


La devoción de Nuestra Señora del Rocío en Valladolid
Independientemente de la devoción particular de cada devoto, en este apartado vamos a tratar de la devoción organizada de forma conjunta en Valladolid, en este caso en dos puntos: cronológicamente, en primer lugar la propia ciudad de Valladolid con la Casa de Andalucía y posteriormente en Medina del Campo, donde tiene fundada una Hermandad en su honor, aún no filial.


Nuestra Señora del Rocío en la Casa de Andalucía de Valladolid
La Casa de Andalucía en Valladolid se funda en esta ciudad en el año 1977. Unos años más tarde, en 1980, con la participación de los propios socios de la Casa como ciudadanos en general, se celebra por primera vez la Romería de Nuestra Señora del Rocío, aquella primera vez en Matapozuelos, presidida por un cuadro de la Santísima Virgen, luego se celebró en otros lugares como Fuente Minguez, La Ponderosa o Torrelobatón. Finalmente y ya desde 1986 se celebra en el parque recreativo “Los Valles” en Laguna de Duero.

Aquel cuadro, fue sustituido por una primera talla de Nuestra Señora del Rocío, bendecida en el segundo Rocío que se celebró en Torrelabatón. Unos años después se consiguió la imagen que hoy preside sede de la Casa de Andalucía.



En los primeros años en Laguna de Duero, la imagen de Nuestra Señora del Rocío se preparaba en la cochera de un socio de la Casa de Andalucía. Hubo años también, en los que la Santísima Virgen salía en traslado procesional desde la Parroquia de la Asunción de Laguna de Duero hasta la Ermita de Nuestra Señora de Villar. En este templo pasaba la noche del sábado al domingo, como en la actualidad se hace.

Hubo años en que la salida hacia la ermita se hacía desde la plaza de toros de Valladolid y también algunos años en que la comitiva de romeros partía hacia Laguna desde la Plaza Mayor de Valladolid, aunque, posteriormente esto se ha perdido, y a día de hoy, la Santísima Virgen es trasladada sin procesión hasta la ermita de Nuestra Señora de Villar en el atardecer del sábado, donde es recibida por la Cofradía titular, allí se reza el Rosario y se canta la Salve Rociera, quedando depositada la Imagen hasta la salida procesional del día siguiente.

Será en el año 1993 cuando se estrena un nuevo trono y el simpecado, estandarte que encabeza las procesiones y que es portado por la reina de la casa.








Nuestra Señora del Rocío en Medina del Campo

En el año 2009 comienza su andadura la Asociación Rociera de Medina del Campo, teniendo como madrina a la Ilustre Hermandad de Isla Cristina (fundada en 1973; filial número 45). Dos años más tarde, el Sr. Arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, firma el Decreto fechado en 2 de febrero de 2011 (Boletín Oficial del Arzobispado, 2011, 190) por el que se aprueban los Estatutos, reconociéndose la erección y concesión de personalidad jurídica como asociación pública de fieles, quedando así declarada como Hermandad no filial.


Dos años después de esa importante fecha, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Medina del Campo bendice, el 22 de abril de 2013, el banderín de la Hermandad. Y, al año siguiente, el 10 de mayo de 2014, bendice la actual imagen titular de la Santísima Virgen del Rocío.


Se trata de una imagen de vestir, de tamaño algo inferior del natural, copia de la famosa imagen de Nuestra Señora del Rocío de Almonte (Huelva). Sus autores son los imagineros Juan Jiménez González (Nueva Carteya, 15 de mayo de 1982) y Pablo Porras Castro (Sevilla, 14 de enero de 1983), ambos afincados en Córdoba. Los trabajos de orfebrería (coronas, ráfaga, rostrillo, cetros, orbe y luna) han corrido a cargo de Daniel Porras Castro, igualmente de Córdoba, correspondiendo el atuendo al bordador cordobés Antonio Villar.


Tras la bendición, la imagen estuvo al culto en la Capilla de la Madre Maravillas de Jesús en el Santuario Diocesano de Nuestra Señora del Carmen, de Medina del Campo  y, en noviembre de 2015, es trasladada a la Capilla de San Juan de la Cruz en dicho Santuario, donde recibe culto actualmente.



Uno de los primeros años en los que estuvo presente la recién bendecida imagen de Nuestra señora del Rocío fue una Vigilia de Oración con otras imágenes letíficas de Medina del Campo, que tuvo lugar el 17 de mayo de ese mismo año, 2014. En el presbiterio de este Santuario se encontraban las imágenes de: Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora del Amparo, Nuestra Señora de la Alegría, Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y Nuestra Señora del Rocío.




Cada mes celebra una sabatina: Santo Rosario y Santa Misa
En fechas cercanas a la Solemnidad de Pentecostés, dedica Solemne Triduo en honor de la Santísima Virgen del Rocío.
Coincidiendo con el día de la bendición de su titular, el 10 de mayo de 2014, se pronunció el I Pregón Rociero, cita que se ha ido repitiendo en los años sucesivos:
(I)   2014, 10 de mayo.- D. Antonio Rodríguez Basurto
(II)  2015, 15 de mayo.- D. Antonio Martín López, Presidente de la Casa de Andalucía de Valladolid.
(III) 2016, 16 de abril.- D. Juan José Sosa Ramírez (Hermandad del Rocío de la Macarena).
(IV) 2017, 6 de mayo.- D. José Jaime Aránega Gómez (Párroco de Peñafiel).
(V) 2018, 28 de abril.- D.ª Beatriz Sánchez Puerta.
(VI) 2019, 25 de mayo.- D. Pedro Domínguez Mellado.

Desde 2013, Romería Rociera.

De las noticias más reciente sobre el patrimonio de la Hermandad destaca la bendición del Simpecado, que tuvo lugar el 6 de octubre de 2018 en la Capilla de San Juan de la Cruz. En dicha ceremonia, la Hermandad estuvo acompañada por su Madrina, la Hermandad de Bonares (Huelva), por todas las cofradías penitenciales de Medina, y hermandades rocieras como Bruselas, Madrid, Gijón, Alcalá de Henares y Las Rozas.
Acto seguido se organizó una pequeña procesión donde acompañaron al ya bendecido Simpecado hasta el atrio de la  Iglesia de la Colegiata; una vez llegado a dicho lugar, se presentó ante la Virgen de las Angustias, Patrona y alcaldesa perpetua de Medina del Campo.



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