miércoles, 30 de marzo de 2016

OPINIÓN: SOBRE LA REFORMA DE LA SEMANA SANTA DE VALLADOLID

No recuerdo si en alguna de las entradas que he publicado a lo largo de estos años, lo he centrado tanto en exponer una opinión personal. En alguna sí que he podido expresar alguna dentro de un contexto más preciso, pero no era el fin último de esa entrada. Sin embargo, creo que partiendo del respeto y en la medida que ofrecen todos estos canales puede ser bueno la recopilación y análisis de las diversas opiniones por quienes al final tengan que presentar una propuesta de reforma.

Sí que me gustaría comenzar diciendo que esta reforma, ahora promovida por el Arzobispado (según señalaba la prensa en Cuaresma) debería haber sido hecha por las Cofradías y así lo tenían encomendado en aquel directorio de 1991… Pero en líneas generales no se ha hecho, siempre tenemos excepciones, claro está. Pero de formular ahora una propuesta, sería conveniente que antes de su aprobación llegase a la ciudadanía. Y quiero recalcar esto último, ciudadanía, a todo Valladolid, pues es SU Semana Santa, con la que se tiene que identificar…Una reforma, profunda o no, no puede quedarse sólo en el ámbito de las Cofradías, siempre reconociendo que tienen un papel esencial para la organización, desarrollo y puesta en la calle de estas manifestaciones de FE. Y aún más, que no se quede sólo en las Directivas o Cabildos de Gobierno…Es decir, a la postre, que sea una reforma consciente y consensuada.

Tema necesario y -¿por qué no decirlo?- complicado es el que se está planteando sobre la reforma de las procesiones y actos de la Semana Santa de Valladolid. 
Situación a priori complicada pues la actualidad de las Cofradías es desigual: si bien las hay que han experimentado una evolución en estos años, tanto en su vida y régimen interno, cultos y salidas procesionales, puede que incluso haya producido cierto efecto "de moda". Por otro lado, y lamentablemente hemos de reconocerlo, las hay que se han quedado estancadas en el tiempo y que en sus filas hay cada vez menos cofrades…quedando más patente aún si en una misma procesión han de acompañar a más de un “paso”. 

Además, la incorporación de nuevas imágenes no siempre se ha hecho con el mejor criterio, en ocasiones primando más la idea de tener algo en propiedad que atendiendo a otros valores. Es decir, que son esculturas pero...¿imágenes para el culto/procesión?¿imágenes que conmuevan y despierten sentimientos –no falsa sensiblería-?

Por otro lado, el peculiar modelo de Semana Santa que tenemos, sobre todo el tema de las cesiones de imágenes condiciona también la participación en procesiones… Y esto, inténteselo explicar a alguien que, aún siendo de Valladolid, su conocimiento de la Semana Santa es poco más que ver las procesiones en estos días o, más complicado aún, a personas que vengan a ver la Semana Santa desde otros lugares…¿Cómo explicar que un mismo “paso” es procesionado por dos Cofradías distintas o que una Cofradía porte dos “pasos” del mismo tema? Regresamos al tema de propiedad y titularidad, lo cual ha sido motivo, en no pocas ocasiones, de problemas.

Por unos motivos u otros (estos es: procesiones titulares + procesiones conjuntas entre varias Cofradías + recibimientos a la puerta porque pasa otra procesión), ha hecho que se produzca un excesivo número de salidas tanto de cofradías como de ciertas imágenes. Y junto a ello, ciertos "encuentros" que han proliferado en los últimos años con imágenes que incluso iconográficamente no se ajustan a las conmemoraciones de estos días…ante ello cabría preguntarse ¿beneficia o perjudica? Por un lado, bien es cierto que produce escenas emotivas, eso es innegable, pero también es una fórmula de la que se ha abusado. Tal vez ello también ha llevado a que nuestra Semana Santa, podría decir que se ha convertido en una “Semana Santa de momentos” más que "de acompañamiento", que por sus imágenes o “puesta en escena” son reclamos en determinados puntos pero…una vez que se pasa ese hito las Cofradías con aquellas mismas imágenes, en muchos casos verdaderos focos devocionales, van o vamos solos por las calles. Limitar las salida de estas imágenes a cuando van a hacer su procesión ¿no podría fomentar la expectación tanto de sus propios cofrades como de sus devotos/pueblo fiel que las puedan ver en las calles?

El pueblo fiel o el público en general, tampoco son ajenos a la Semana Santa y aquel silencio que caracterizaba a nuestras procesiones y que siempre se ha tenido a gala, se va perdiendo. A veces parte del comportamiento de los propios cofrades, no lo vamos a negar. Una procesión es un acto religioso comunitario, pero parece que hay quien se lo toma como un mero acto social en el que hay que estar porque es lo de estos días, y lleva a situaciones que a veces llegan a lo desagradable. La procesión también debería ser un acto con orden y decoro, no sólo por parte de quienes participan en ella, también de los que asisten desde fuera o quienes, por el motivo que sea deben entrar en la planta de procesión sin formar parte de la misma…La proliferación en estos últimos años de “fotógrafos” ya sean acreditados, ya sea con la medalla de la Cofradía, medios de comunicación, etc., está llegando a extremos en los que hay casos que interrumpen el discurrir de los cofrades o se pasean por la planta de procesión sin ningún tipo de reparo. Si cualquier persona que quiere tener una fotografía curiosa hace lo mismo ¿Qué ocurriría?

Y muchas más cosas se podría analizar…

Reconozco que en esta propuesta soy drástico, tal vez en exceso…Partiría de una  procesión titular o bien de Regla (para las Cofradías que la tengan y así se estipule en ellas) por cada Cofradía, más la General de la Pasión del Redentor, ésta última de gran importancia en cuanto a sentido catequético y no tanto como museo...¿se ha parado a pensar la gente que uno de los primeros rasgos o procesos que tiene un objeto en un museo es su descontextualización? Afortunadamente, en líneas generales –ojalá que en breve otras se recuperen- las imágenes siguen cumpliendo el fin para el que fueron creadas. 

En principio habría que considerar una excepción, sería la Vera Cruz con la Borriquilla el Domingo de Ramos, ya que a diferencia de lo que puede ocurrir en otras localidades, no es portada por una Hermandad que la tenga únicamente por titular ni tampoco es una procesión que sea organizada por un ente distinto, pensemos una Junta, Agrupación o similar… Al ser la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz la propietaria, custodia, quien tributa culto y procesiona este “paso”, es comprensible la excepción.

Es decir, en total 22 procesiones.

El tener una procesión por Cofradía posibilitaría la reordenación de las mismas por jornadas o días, tal vez quedando acotados al ciclo entre Domingo de Ramos y Domingo de Resurrección. Para esa redistribución sería interesante respetar los acontecimientos según los episodios de la Pasión así como la recuperación de días y horarios de los siglos anteriores…aquello de una Procesión por Cofradía y Estación en la Catedral no son modas que se importan o se copian, es volver a nuestra Semana Santa que a veces parecemos olvidar que cuenta con varios siglos de antigüedad y trasciende  lo que hemos visto o se “ha hecho toda la vida”.

El resto de las procesiones no quiere decir que desaparezcan pero si durante unos años no se celebran podría ayudar a su planteamiento y lo que aportan a la Semana Santa, incluso tener presente que algunas procesiones se crearon en unas circunstancias que hoy han desaparecido. Esa reflexión desembocaría en la posible recuperación de alguna/s de ellas.

Dependiendo del sentido de la procesión y de los “pasos” a procesionar, sería interesante posibilitar que haya procesiones el Sábado Santo (y no porque lo digan los hosteleros para que se alarguen las estancias). Bien es cierto que habría que tener presente que tal vez habría de recogerse antes de las Vísperas (19:30 h.) o del comienzo de la Vigilia Pascual.

Como un último apunte, creo que sería oportuno que las autoridades eclesiásticas elaborasen y publicasen normas diocesanas actualizadas en todo lo referente a Cofradías y Hermandades, independientemente de su carácter, como podría ser:

  • Requisitos y procedimiento de creación de nuevas cofradías (viendo la posibilidad de la evolución del proyecto, partiendo de una Agrupación de Fieles, pasando a Pro-Hermandad y finalmente, si se consolida en el tiempo, reconocimiento de Cofradía con todos sus derechos y obligaciones).
  • Estatuto–marco para la elaboración de los estatutos de una Cofradía (aunque se tengan en cuenta sus peculiares sistemas de organización en caso de haberlos).
  • Comisión de patrimonio, que informe sobre incorporaciones de nuevas imágenes, también carrozas, andas, restauraciones, etc. Dependiendo de la consulta que se realice, dicho informe podría tener carácter vinculante.
  • Tramitación para nuevas procesiones.
  • Solicitud y tramitación de expedientes de coronaciones canónicas.
  • Etc.


Pd.- Quiero reiterar que esto es sólo una opinión personal que se puede o no compartir y, para quienes estén tentados de decirlo, ya me adelanto yo: no voy ni de gurú, ni de nuevo teórico de la Semana Santa, ni cualquiera de los diversos términos que quieran emplear.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Nuestra Señora de la Soledad en Valladolid

Recomiendo la visita al blog http://artevalladolid.blogspot.com.es/
donde también se trata de este tema (ver entrada).


Origen de la devoción e iconografía de Nuestra Señora de la Soledad

Si bien es cierto que desde la primera mitad del siglo XVI ya hay constancia de Cofradías que tienen como titulares a la Soledad (Javier Prieto señala los casos de Valladolid y Sevilla) y que imágenes de esta iconografía procesionaban a mediados de aquella centuria -el mismo autor señala el caso de Sevilla en 1555-, se quiere ver el impulso definitivo de la propagación de esta devoción y su acostumbrada indumentaria a partir del modelo que realizó Gaspar Becerra para el Convento de Nuestra Señora de La Victoria de la Orden de Mínimos de San Francisco de Paula, en Madrid.

La tradición señala que la reina Isabel de Valois (tercera esposa de Felipe II) había traído de Francia un cuadro de la Virgen (recordemos que cuadros de la Virgen Dolorosa con ropas de viuda ya se pueden ver en el siglo XV) que impresionó al mínimo fray Diego de Valbuena, confesor de la Condesa de Ureña, doña María de la Cueva, Camarera de la Reina. A instancias de dicho religioso, la reina encargó al artista Gaspar Becerra que tallase una imagen con el lienzo como modelo. En la realización de esta imagen, como ocurre en otras tantas de gran devoción, se unen elementos históricos y acontecimientos legendarios o sobrenaturales. El artista mostró una primera imagen, pero Isabel de Valois, aún reconociendo su mérito, no la consideró acorde a como ella la había concebido, encargando a Becerra la ejecución de una talla mejor. El escultor, realizó una segunda talla, que presentó igualmente a la reina, esta segunda imagen también de gran belleza y elogiada por los intelectuales de la época, no acababa de convencer a la reina, quien encargó una tercera imagen. Tras noches en vela y revisar diversos modelos, cuenta la tradición que, una noche de invierno cuando en un arrebato por no poder cumplir con el encargo había arrojado a la chimenea un tronco que aún tenía reservado para tallar esa imagen, el relato sostiene que “una sombra representando la Madre del Salvador en los momentos de su terrible afliccion y soledad cruzó por delante de sus ojos, y resonaron en sus oidos estas palabras: “Despierta, levántate, y en ese grueso tronco que arde en el fuego esculpe tu idea y conseguirás sacar la imagen que desea la Reina”. Esa misma noche, Becerra se puso a tallar en aquel tronco la imagen que había visto y cuando finalmente se lo presentó a la reina quedó plenamente satisfecha y admirada por el trabajo realizado. La imagen fue bendecida en 1565 y, dos años más tarde, en 1567 se fundó la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad en su honor. En el convento madrileño se construyó una Capilla aparte para albergar la imagen en 1611 (después las necesidades del culto obligaron a ampliarla, obras que se terminaron en 1660). Tras la exclaustración, la imagen fue llevada a la Capilla de San Isidro en la Parroquia de San Andrés, donde desapareció en un incendio en 1936.


De generalidades y excepciones.
A partir del modelo primigenio de Gaspar Becerra y a través de la observación de los diversos ejemplos que poseemos en Valladolid, podemos entresacar algunas notas comunes. No obstante hay que precisar que también habrá excepciones a las mismas. Algo similar ocurre, a modo de breve paréntesis, con las representaciones de los Nazarenos o Cristos cargados con la Cruz en Castilla, en especial en el foco vallisoletano, donde lo habitual es que se presente (ya sea de pie o semiarrodillado) con la cruz sobre su hombro izquierdo, con cuya mano la sujeta, y la derecha extendiéndola hacia algún personaje que lo acompañe (Verónica) o hacia el pueblo fiel, esa nota común cuenta también con su excepción en Valladolid, cual es el caso del Nazareno o Jesús con la Cruz a Cuestas de la Cofradía Penitencial de La Sagrada Pasión de Cristo.

Ahora, volviendo a la iconografía de la Soledad, destaquemos algunas notas:
  1. Se presenta de pie o arrodillada, en éste último caso, la presencia de un cojín refuerza esta idea.
  2. Sóla o en presencia de otras imágenes. Como veremos, a veces aparecerá al pie de la Cruz, con su Hijo muerto en ella (“Stabat Mater”) y en otras velando el cuerpo de su Hijo yacente. Fue frecuente la presencia de este modelo de retablo en Valladolid, formado por la unión de Yacente y Soledad, de los que aún conservamos ejemplos (Penitencial de Jesús Nazareno, Parroquial de San Andrés, etc).
  3. Habitualmente con la cabeza inclinada dirigiendo la mirada hacia el suelo o bien hacia un punto bajo y en ocasiones un tanto lejano, como meditando sobre lo ocurrido, aislándose o abstrayéndose de cuanto la rodea. Hay veces que esta dirección de la mirada puede deberse a la ubicación de un Cristo Yacente. Aquí ya encontramos alguna excepción y es que en ocasiones aparecerá mirando hacia lo alto, tal vez hacia la cruz desnuda o quizás hacia un Crucificado (“Stabat Mater”), como pueden ser los casos de la antigua Soledad de Medina de Rioseco o bien, ya en Valladolid, las imágenes de la Soledad en la Penitencial de Las Angustias y en el Convento de Jesús María (Franciscanas Concepcionistas).
  4. Manos juntas, con los dedos entrelazados, a la altura del pecho o bien de la cintura (o tal vez el vientre, reforzando la idea de la perdida del Hijo que llevó en su interior). Si bien es cierto que es lo más habitual, pensemos en el modelo de Becerra, habrá ocasiones en las que aparezca con las manos separadas sosteniendo algo entre ellas, habitualmente la corona de espinas, los clavos, etc., como ocurre con la que se venera en la Iglesia Parroquial del Santísimo Salvador de Valladolid, y otra representación de la Soledad, al pie del Crucificado, en el Monasterio de Santa Isabel de Hungría en la misma ciudad.
  5. Imagen de vestir. Frente a la, incluso podría decir, fobia, que en ocasiones se ha manifestado hacia las imágenes de vestir en Valladolid, una característica fundamental en la iconografía de está representación mariana es que es imagen de vestir. La imagen aparece en origen ataviada con el “monjil” indumentaria vestida por damas viudas y las denominadas dueñas y, que pese a su nombre, no tiene un carácter religioso. También este rasgo cuenta con excepciones, hay imágenes de pequeño tamaño y otras de tamaño cercano al natural, en la que las ropas están talladas: entre las de pequeño tamaño podemos recordar las de las Parroquias de San Miguel y San Julián y la de Santiago Apóstol, en Valladolid. En tamaño superior se conserva una en el relicario del Monasterio de Nuestra Señora de Porta Coeli, procedente en origen del Convento de Nuestra Señora de La Laura en Valladolid, así como otro ejemplo en León.
  6. Tocada con resplandor o diadema. Es lo más habitual, que la Virgen aparezca con este tipo de piezas de platería. No obstante, en alguna ocasión puede presentarse con un conjunto formado por corona real y sobrecorona. Lo cierto es que la indumentaria podría limitar el uso de estas joyas, ya que el resplandor o diadema se ajusta más a la sobriedad del monjil mientras que el conjunto corona real-sobrecorona podría corresponder a momentos en que la Virgen estuviera vestida de reina. Lo cierto es que sería interesante que con la evolución que han experimentado algunas imágenes de la Soledad en Valladolid, en cuento a su indumentaria, se las pusiera para determinados cultos el conjunto corona real-sobrecorona.
  7. Otros elementos de platería.- Nota bastante común es la presencia del corazón con los siete puñales, representativos de otros tantos dolores (advocación que también reciben estas imágenes con frecuencia).


Nuestra Señora de la Soledad en las Penitenciales

Las Cofradías Penitenciales de Valladolid han contado a lo largo de su historia con alguna representación de este tema:

  • Penitencial de la Santa Vera Cruz.- Sigue venerándose una imagen en su Penitencial.
  • Penitencial de Nuestra Señora de la Pasión (Sagrada Pasión).- En la relación de las procesiones que proporciona Tomé Pinheiro da Veiga en su Fastiginia, menciona la procesión del Jueves Santo que salía de la Trinidad en la que el primer paso era “Nuestra Señora al pie de la cruz, cubierta con un velo negro”.
  • Penitencial de Las Angustias.- En el primitivo nombre de la Cofradía ya aparece el titulo de Soledad. En su templo se venera actualmente una imagen de este asunto.
  • Penitencial de La Piedad.- Realizada por Pedro Gómez de Osorio, terminándose de pagar en 1600. Era costumbre que en sus andas fuera acompañada de la cruz, como en el resto de los pasos de esta Penitencial. En su honor se fundó una Hermandad del Rosario en 1759. Cerraba habitualmente la Procesión de esta Penitencial aunque en ocasiones salía Nuestra Señora de la Piedad. 
  • Penitencial de Jesús Nazareno.- La Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario.
  • Junto a ellas cabe citar Nuestra Señora de la Soledad a la que rinde culto y procesiona la Cofradía de la Orden Franciscana Seglar – La Santa Cruz Desnuda, en el Convento de Santa Isabel de Hungría.


Penitencial de la Santa Vera Cruz
En la nave de la Epístola, en el primer retablo según se entra al templo, se muestra esta imagen de Nuestra Señora de la Soledad, datada en el siglo XVII. Realizó su última salida procesional, portada a hombros, en el año 1996, en la Procesión de Sacrificio y Penitencia (5 de abril de 1996) haciendo Estación en la S.I. Catedral.
Durante años, en esta procesión participaban las Penitenciales de: Vera Cruz (con Nuestra Señora de la Soledad), Nazareno (con Cristo Yacente; aunque en 1996 portó a su imagen titular, Nuestro Padre Jesús Nazareno y al Santo Cristo del Despojo) y Las Angustias (Cristo de los Carboneros, Cristo Yacente y Nuestra Señora de las Angustias, posteriormente el paso incompleto de La Sexta Angustia) y tenía lugar en la madrugada del Jueves al Viernes Santo (4:30 de la madrugada). Por estos años en los que se verifica la última salida procesional de esta imagen de la Soledad, las Cofradías participantes irán separándose del cortejo, saliendo a distintas horas. En la actualidad, es la Cofradía de Las Angustias la que mantiene el nombre de Sacrificio y Penitencia en su Procesión de Regla.
La imagen muestra a María en pie, manos juntas sobre el pecho, cabeza inclinada, tocada con resplandor o diadema.
Como novedad, en la tarde del Sábado de Pasión de 2016 (19/03/2016) esta imagen volvió a ser expuesta en besamanos.

"Nuestra Señora de la Soledad" (Anónimo, siglo XVII).
Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz.
Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz.
Valladolid.


Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias
En el lado del Evangelio, la capilla más cercana al presbiterio, aquella que en otro tiempo albergaba a La Piedad y los dos Ladrones, tallados por Gregorio Fernández (1616-1617) para El Descendimiento o La Sexta Angustia, y hoy está dedicada al Cristo del Jubileo, recibe culto esta imagen de la Soledad, a los pies del Crucificado. En una intervención sobre la imagen se eliminó altura a la talla (independientemente de los métodos utilizados para lograr esa altura, creo que su eliminación no ha favorecido a la imagen). Vemos en esta imagen algunas características mencionadas con anterioridad, que la separan de la forma más habitual de la Soledad. En esta ocasión eleva su cabeza y su mirada a lo alto buscando la cruz o la presencia de su Hijo en ella. Las manos juntas en las que sostiene la corona de espinas. Tocada con resplandor o diadema y corazón con puñales en el pecho.
En la tarde y noche del Viernes Santo y el Sábado Santo por la mañana puede verse ante Cristo Yacente.

"Nuestra Señora de la Soledad" (siglo XVII).
Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de Las Angustias.
Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de Las Angustias.
Valladolid.

"Nuestra Señora de la Soledad y Cristo Yacente".
Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de Las Angustias.
Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de Las Angustias.
Valladolid.


Penitencial de Nuestra Señora de La Piedad
La imagen de la Penitencial de La Piedad fue tallada por Pedro Gómez de Osorio a finales del siglo XVI, acabándose de pagar en 1600.
Tenía su propio altar en la antigua iglesia penitencial de La Piedad, y además de cerrar habitualmente la procesión de esta Cofradía Penitencial, se fundó en su honor una Hermandad del Rosario en 1759. Clausurado el templo penitencial y tras un efímero paso por la Parroquial del Santísimo Salvador, la Cofradía Penitencial de La Piedad recaló en la Iglesia de San Antón Abad donde daba culto a algunas de sus imágenes, entre ellas la Soledad como manifiesta Casimiro González García Valladolid (Valladolid, recuerdos y grandezas...Tomo, I Pág. 707- 710) “En su retablo mayor, de madera sin pintar, llama la atención la imagen del Santo titular que descansa sobre un dragón de siete cabezas: en otros tantos retablos figuran la Virgen de la Soledad, de bastidores, lindísima, San José y el Cristo de la Caña, cuyo paso sale en la procesión del Entierro el día de Viernes Santo” (pág. 709).


Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno
La imagen de la Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario es otra representación de la Soledad que goza de gran devoción en Valladolid.
El 11 de febrero de 1706, como nos señala Filemón Arribas Arranz (La Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Valladolid), dos cofrades -Antonio de Jesús y José Rodríguez-, ofrecieron colocar en el cuerpo de la iglesia una imagen de Nuestra Señora de la Soledad. De ser este mismo momento, febrero de 1706, cuando se coloca la imagen habría que considerar que fue realizada con anterioridad, tal vez hacia 1705.
La devoción que despertó esta imagen hizo que en pocos años se formase una Hermandad (enlace) en su nombre, Manuel Canesi es quien aporta el año de su fundación, en 1722 y la denominación de la Hermandad: Cofradía de Santo Monte Calvario y Esclavos de María Santísima en su Soledad” (Canesi, Tomo II, pág. 51).
Al año siguiente, en 1723, el Pontífice Inocencio XIII otorga a esta imagen indulgencias plenarias, no serán las únicas gracias espirituales que le sean concedidas.
Actualmente no sale en procesión, aunque hubo un tiempo en que sí lo hacía cerrando la procesión de la Cofradía Penitencial del Nazareno en la mañana del Viernes Santo. 
Es una imagen que en los últimos años ha experimentado una transformación en su indumentaria, tanto en el ajuar como en la forma de ser vestida. Se celebran solemnes cultos en su honor en el mes de noviembre, culminando cuando la imagen el expuesta en besamanos.
Preside un retablo (de José Díaz de la Mata y Juan Correa, c. 1718) en el que se muestra una frecuente asociación en Yacente-Soledad

Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario y Cristo Yacente.
Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Iglesia Penitencial de Jesús Nazareno.
Valladolid.

Santísima Virgen de la Soledad y Sacro Monte Calvario (c. 1706).
Insigne Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Iglesia Penitencial de Jesús Nazareno.
Valladolid.





Pero Nuestra Señora de la Soledad ha sido titular también de otras Cofradías y Hermandades Devocionales, por ejemplo en la Parroquial de San Andrés Apóstol o en la de San Ildefonso. Más recientemente lo fue en la San Esteban El Real (cuando ya estaba establecida en el actual edificio de la Basílica Santuario Nacional de La Gran Promesa) y en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen (Delicias) cuya Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y Soledad se fusionó en 1994 con la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz. Destacamos aquí la de San Esteban y la de San Ildefonso, ya no sólo porque estas Hermandades estén inactivas, también porque sus imágenes no están al culto. En cuanto a la primera de las mencionadas, la de San Esteban El Real, consta su salida procesional el Sábado Santo, 31 de marzo de 1866, Función religiosa a María Santísima de la Soledad, de San Esteban, a las 6:30 de la mañana procesión con la imagen y entrada ésta, sermón que dirá el presbítero don Santiago Mercado. Seguramente esta imagen perecería en el incendio de esta parroquial del 27 de octubre de 1869. No obstante, reabierta la iglesia hubo otra imagen de Nuestra Señora de la Soledad que se encontraba en la segunda capilla del lado del Evangelio y era una "imagen de bastidores" (Casimiro González García Valladolid. Recuerdos y grandezas...Tomo III, pág. 400) era visitada el día 3 de cada mes por la Archicofradía de la Corte de María. En este mismo templo se encontraba, ya tras la mencionada reapertura, la imagen de Nuestra Señora de la Compasión, parece ser que se trataba de una Dolorosa que contaba con su propia Hermandad, en este caso se trataba de una imagen de talla que se había traído de la Parroquia de San Ildefonso (Recuerdos y grandezas, Tomo III, pág. 401).
Por su parte, en San Ildefonso, existió una Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, fundada en 1739 (ese mismo año, la Virgen de la Soledad fue sacada en rogativa por una crecida del Pisuerga y al año siguiente la sacron de nuevo en acción de gracias por esta misma crecida), activa al menos hasta mediados del siglo XX, contaba como titular con una imagen de vestir (Recuerdos y grandezas, Tomo II, pág. 347) el derribo del anterior edificio parece habernos privado de esta imagen o, cuanto menos, no se encuentra al culto en la actualidad.


Nuestra Señora de la Soledad en Parroquias

Iglesia Parroquial de Nuestra Señor del Carmen (Las Delicias).- Según testimonios de distintas personas que han podido ver en detalle algunas prendas antiguas del ajuar de esta imagen, procedería de la Parroquia de San Esteban El Real, donde recibiría culto hasta 1940 ya que en febrero de dicho año se cierra el citado templo para las obras de ornamentación que finalizarán en 1941 con la apertura y consagración como Santuario de La Gran Promesa. La imagen llegaría a la Parroquia del Carmen hacia finales de 1942 o principios de 1943, contó con su propia Cofradía devocional, con el título de Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores y Soledad (enlace), vigente hasta la fusión con la Cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz que tuvo lugar en 1994. Ese año recorrió por primera vez las calles del Barrio de Las Delicias en una nueva procesión el Viernes de Dolores o Viernes de la Quinta Semana de Cuaresma, en aquella ocasión formando un "Stabat Mater" con el Cristo de la Buena Muerte, ambos en las mismas andas...Partiendo del respeto a la decisión tomada por la Cofradía, es una pena que se haya perdido esta escena en la Semana Santa de Valladolid.






Iglesia Parroquial de San Lorenzo Mártir.- En esta Parroquia, lugar donde recibe culto la Patrona de Valladolid, Nuestra Señora de San Lorenzo, se venera esta imagen de la Soledad. Esta fotografía reúne diversas particularidades, no obstante vamos a centrarnos en dos; por un lado que, pese a las ropas austeras de luto, aparece tocada con conjunto de corona real-sobrecorona; y por otro, la presencia de una daga en su pecho (en lugar de lo visto en otras imágenes del corazón con los siete puñales o corazón atravesado por una espada).



Iglesia Parroquial del Santísimo Salvador.- Otra interesante imagen en cuanto la excepción que supone su colocación de las manos...es una lástima que por unas razones u otras sea un poco complicado poder ver esta imagen. Vemos como se presenta en pie, mirando hacia lo alto ¿pudo tener un fin procesional y estaría mirando a la cruz que tendría enfrente? Aunque contra esta posibilidad está la de su tamaño. Por otro lado, tiene sus manos separadas, aquí cubiertas con manípulo y que en ocasiones la sirve para sostener la corona de espinas.






Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.- En esta Parroquial, se conserva esta interesante imagen de Nuestra Señora de la Soledad, de pequeño tamaño, con la peculiaridad de tener talladas sus ropas, arrodillada sobre un cojín y resulta interesante también como sus manos, juntas a la altura del pecho, se mueven hacia la izquierda, sobre su corazón, dotando a la composición de mayor movimiento.



Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol.- En esta Parroquial se conserva otra imagen de Nuestra Señora de la Soledad, fue titular de una Hermandad del Rosario, ya que como indica Ventura Pérez (Diario de Valladolid, pág. 147), la imagen de la Soledad fue colocada en su retablo nuevo el 13 de octubre de 1737, retablo costeado por la Hermandad del Rosario.
En el retablo, nuevamente vemos la unión o asociación de Yacente-Soledad.






Real Iglesia Parroquial de San Miguel y San Julián y Santa Basilisa.- En el relicario de esta Parroquial, antiguo Colegio de San Ignacio de los Jesuitas, se conserva esta Soledad, al tipo de Nuestra Señora de La Paloma. Imagen de pequeño tamaño y con la peculiaridad, al igual que la vista en Santiago, que tiene saya y manto tallados.




Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena.- Cercano al presbiterio, en el lado de la Epístola, se encuentra este retablo con la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, representación típica de la Soledad. Comparte retablo con un interesante grupo de "Llanto sobre Cristo muerto" de Alejo de Vahía.




Esta Imagen procesionaba el Viernes de Dolores, acompañando al Santo Cristo de las Batallas, en un Via Crucis organizado por la Cofradía Sacramental de la Parroquial de Santa María Magdalena (enlace).




Iglesia Parroquial de Santa María La Antigua.- Consta también la presencia de una imagen de Nuestra Señora de la Soledad en esta Parroquial concretamente en una capilla, en ella colocaron en un retablo nuevo esta imagen el 24 de febrero de 1760.



Nuestra Señora de la Soledad en Conventos y Monasterios

En los ámbitos conventuales ha encontrado su espacio igualmente esta representación de María, ya sea en pinturas o en esculturas.

Convento de Santa Isabel de Hungría (MM. Clarisas) y Cofradía de la Orden Franciscana Seglar-La Santa Cruz Desnuda.- Imagen de vestir, se desconoce su autor, y está datada en la segunda mitad del siglo XVII.
Estamos, sin lugar a dudas, ante una de las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad más bellas de Valladolid.
Podría haber recibido ya culto en la Real Capilla de San Diego, templo donde tuvo su sede también la Orden Tercera de San Francisco y donde se celebraba el Sermón de la Soledad.
Si bien es cierto que durante muchos años podía verse sólo en el museo de este monasterio o bien en Semana Santa, en la capilla de San Francisco de Asís -tras una reja-, velando a Cristo Yacente, desde septiembre del año 2006 se encuentra entronizada en un retablo en la Iglesia Conventual de Santa Isabel.
El deseo de poder portarla en procesión por parte de los franciscanos de la Cruz Desnuda tiene tiempo...Para la Semana Santa del año 2004, presenta a la Junta de Cofradías el proyecto de celebrar una Procesión en la tarde del Sábado Santo. El Pleno de la  Junta de Cofradías aprueba su celebración, pero el Arzobispado no concede su autorización, considerando que no es día apropiado para la salida de procesiones; ante esta negativa, la Cofradía lo vuelve a solicitar pero cambiando el día, al Lunes Santo por la noche. Nuevamente el proyecto es informado favorablemente por el Pleno de la Junta de Cofradías y denegado por la autoridad eclesiástica.
La cofradía pretendía celebrar antes de la salida procesional el tradicional acto que el Viernes Santo a las 15,30 horas tenía lugar en la Real Capilla de San Diego y que comenzaba con el rezo del Santo Rosario, seguido del Sermón de la Soledad, concluyendo con el rezo de la corona franciscana.
Lo cierto es que es una lástima que esta procesión no se pueda celebrar el Sábado Santo, jornada que se dedica a Cristo en el sepulcro, a la anastasis y también a acompañar a María, en su dolorosa y esperanzada espera de la Resurrección... ¿De verdad que no se pueden celebrar procesiones ese día?...Los tres pasos que porta a hombros esta Cofradía en la jornada de Jueves Santo bien podrían representar todo ello el Sábado Santo, recogiéndose antes de las Vísperas o de la Vigilia Pascual.

Tras esta negativa, habrá que esperar otra ocasión para que el sueño de procesionar a la Soledad se haga realidad. Así pues, realizó su primera salida procesional, de manera extraordinaria, el 3 de octubre de 2009, con motivo de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de Las Angustias. Unos años más tarde, en 2011, estaba previsto que saliera por primera vez en Semana Santa por las calles de Valladolid, el Jueves Santo, en la procesión entonces denominada de Nuestra Señora de la Amargura, hoy de la Amargura de Cristo. Como curiosidad, decir que el Pregón de Semana Santa de aquel año 2011, en la S.I. Catedral, fue presidido por esta imagen de la Soledad junto con el Santo Cristo del Calvario (Cofradía Penitencial de La Sagrada Pasión de Cristo), imágenes que eran novedad para la Semana Santa de aquel año. Sin embargo, la lluvia hizo acto de presencia ese Jueves Santo. Al año siguiente, 2012, tampoco tuvo demasiada suerte y, apenas a la salida de su templo, la aparición de la lluvia obligó a entrar de nuevo. Por fin, en 2013, pudo realizar su salida procesional sin contratiempos, llegando hasta la S.I. Catedral precediendo a la Santa Cruz Desnuda. En 2015 se unió a estos dos "pasos" un Cristo Yacente del siglo XVI, atribuido a Isidro Villoldo, custodiado en dicho Monasterio de Santa Isabel

La imagen está tocada con una diadema o resplandor realizada en plata por P. Ayala Vázquez en 1824. En su pecho, el corazón con los siete puñales o dagas alusivos a los siete dolores.

Junto a su salida procesional y cultos,cabe señalar que es foco de un concurrido besamanos el Lunes Santo, en la tarde de aquella jornada se la tributa un acto de homenaje. Para su besamanos, se muestra al pie de una de las representaciones que de la Santa Cruz tiene esta Cofradía; se trata de una cruz arbórea realizada por Manuel Caballero Farfán (1999), con cantoneras y potencias en plata elaboradas por los talleres de Orfebrería Andaluza (Manuel de los Ríos, año 2003). 

"Nuestras Señora de la Soledad" (anónimo, 2ª mitad siglo XVII).
Cofradía de la Orden Franciscana Seglar-La Santa Cruz Desnuda.
Monasterio de Santa Isabel de Hungría.
Valladolid.





Convento de Santa Isabel de Hungría (MM. Clarisas).- En una de las capillas del claustro de este mismo convento encontramos una imagen más de Nuestra Señora de la Soledad. Resulta peculiar e interesante por varios motivos, principalmente por la asociación de imágenes y la excepción a lo habitual en la representación de la Soledad. Por un lado, aparece al pie de Cristo Crucificado, formando un "Stabat Mater". Por otro lado, sus manos no están juntas con los dedos entrelazados, se muestran separadas portando la corona de espinas. En su pecho, una daga, nos señala nuevamente el dolor. En la actualidad -y ya que la otra imagen de la Soledad es portada en procesión y está en sus andas-, esta imagen de la que nos ocupamos ahora la sustituye en el montaje que se puede ver tras unas rejas en Semana Santa.


Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.- Imagen de Nuestra Señora de la Soledad, de vestir, tamaño inferior al natural, que recibe el nombre de Nuestra Señora del Capítulo. Se puede contemplar en Semana Santa en la dicha iglesia conventual, muy cerca del Cristo Yacente, titular de la Cofradía del Santo Entierro.

"Nuestra Señora de la Soledad" (Nuestra Señora del Capítulo).
Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.
Valladolid.


Convento de Jesús María.- Una representación más de Nuestra Señora de la Soledad, imagen de vestir, con las manos juntas y dedos entrelazados a la altura de la cintura. Dirige su mirada hacia lo alto, reforzado con la elevación de la cabeza. Tocada con resplandor o diadema de plata y, en el pecho, el corazón -en su color- atravesado por una daga.

"Nuestra Señora de la Soledad"
Convento Jesús y María (Franciscanas Concepcionistas, Valladolid).
Fuente: "La Procesión permanente de Pasión. Espiritualidad de la Pasión en las clausuras vallisoletanas". de Javier Burrieza Sánchez, con fotografía de Jonathan Tajes.


Monasterio de Nuestra Señora Porta Coeli (Imagen procedente del desaparecido Convento de Nuestra Señora de La Laura). Imagen que, como particularidad, tiene tallados saya y manto, con un tamaño cercano al natural.
Convento de San Pablo.- Imagen de vestir que junto con el Cristo Yacente de Gregorio Fernández figuraban en una Procesión el Viernes Santo, tal y como recoge Juan Agapito y Revilla.



Otras referencias en conventos (María Antonia Fernández del Hoyo: Patrimonio perdido: Conventos desaparecidos de Valladolid. Ayuntamiento de Valladolid, 1998).

Convento de la Encarnación (Clérigos Regulares Menores):
Capilla de la Soledad.- En 1728 D. Jerónimo de Contreras, D. Gabriel Dávila y D. Pedro Caballero, deseando fundar una congregación con la advocación y título de los Esclavos de María Santísima de la Soledad, cuya imagen se veneraba ya en la misma iglesia de los Clérigos, solicitaron a éstos «el dominio y uso útil de la capilla» para sus funciones religiosas y enterramiento y para colocar en ella la imagen de Nuestra Señora de la Soledad (Pág. 495).


Convento de La Victoria (San Francisco de Paula): Una imagen de esta iconografía presidía el retablo mayor. Ventura Pérez dice que a primeros de julio de 1730 «se acabó de sentar el retablo de Nuestra Señora de la Soledad y San Francisco de Paula. Le hizo José Mata y se doró al folio». El 13 de abril, con motivo de la colocación del Santísimo Sacramento en dicho retablo, se celebró una procesión con las imágenes de San Francisco de Paula y Nuestra Señora de la Soledad (Diario de Valladolid, pág. 105 y 271). 
Esta imagen fue sacada en procesión también en diversas ocasiones con motivo de rogativas.
Según Canesi, la escultura titular del retablo, Nuestra Señora de la Soledad, «peregrina hechura y de suma devoción», se hallaba instalada en medio, «en un vistoso camarín exquisitamente adornado». En el inventario hecho con motivo de la guerra de la Independencia se describe este retablo presidido por las Virgen de la Soledad, rodeada por ángeles portadores de los instrumentos de la Pasión; en su calle central había una escultura de San Francisco de Paula y en las laterales otras tallas de San Juan, San José, San Joaquín y Santa Ana. (Conventos Desaparecidos, pág. 315 y 325)


Trinidad Descalza.- En este templo, el colateral de la epístola tenía la advocación de La Soledad. En época de Canesi se fundó en el convento una cofradía con el título de Nuestra Señora de la Soledad “imagen que mueve a mucha devoción, la que fue colocada en una capilla el día 23 de septiembre de 1742 con una muy solemne función”.  En ático del retablo de San José (segunda capilla de la nave del evangelio), campea una pintura de la Trinidad coronando a la Virgen de la Soledad, de la primera mitad del siglo XVIII. En relación con esta pintura, aunque no sea totalmente idéntica, se debe poner una estampa conservada en la Antigua Biblioteca del Colegio Mayor de Santa Cruz, de Valladolid, firmada por el grabador Michal de la Cuesta que lleva la inscripción: “A devoción y espensas de la Ve. Congregacn. de la Ssma. Trinidad, sita en el Convento de esta Orn. de Descalzos de la Cdad de Valladolid. Año de 1796”.(Conventos desaparecidos, pag. 549 y 553). La presencia de estas dos representaciones juntas, Santísima Trinidad y Nuestra Señora de la Soledad, se debe al nombre de la mencionada Hermandad: Congregación de la Santísima Trinidad y Nuestra Señora de la Soledad.
Ventura Pérez ofrece otro nombre para esta Cofradía, Congregación de Esclavos de Nuestra Señora de la Soledad, la cual, el 2 de julio de 1779, con motivo de las fiestas de beatificación de fray Miguel de los Santos, acompañó a la imagen del nuevo beato desde la Iglesia de la Trinidad Descalza para trasladarla a la S.I Catedral.

Sobre la estampa: Blanca García Vega, “Estampas de imágenes vallisoletanas”, BSAA, LI, 1985, p. 401.


Convento de San José (Mercedarios Descalzos).- Contaba con una capilla de Nuestra Señora de la Soledad (segunda en el lado de la epístola). En ella existía “un cuadro de pintura que representa una procesión con Nuestra Señora de la Soledad”, con esta inscripción debajo: “Colocóse la milagrosa imagen de Ntra. Sra. de la Soledad en este convento el año de 1644 día primero de mayo con asistencia de las comunidades Descalzas y para honra y gloria de Dios y de su Santísima Madre de la Soledad dio esta pintura un devoto por muchos beneficios que tiene recibidos de SM tiene cuarenta días de indulgencias”.
La imagen a que la pintura anterior alude, era la escultura, de vestir, que junto con el Ecce Homo* se depositó en la iglesia de las Angustias durante la primera exclaustración, llevándose luego a San Juan de Letrán al restaurarse la vida conventual. Fue inventariada en 1837 y todavía permanecía allí en 1900 (Casimiro González García Valladolid), ocupando el retablo del crucero de la epístola. Por el contrario, el retablo que la albergó originalmente se vendió a la Iglesia Penitencial de la Vera Cruz, junto con otro dedicado a San Juan Nepomuceno. (Conventos Desaparecidos, pág. 580)
* Se refiere al Ecce Homo atribuido a Francisco Alonso de los Ríos, actualmente conservado en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid (fue procesionado por Resucitado y Siete Palabras).



ENTRADAS MÁS POPULARES