martes, 26 de febrero de 2013

Procesión de Octava en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol


I.- Algunas notas sobre Santiago el Mayor, Patrón de España

Santiago el Mayor (Betsaida, Galilea, 5 a.C. -† Jerusalén, Judea, 44).Fue hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano mayor de Juan el Apóstol. Ambos hermanos, con Pedro y Andrés se dedicaban a la pesca cuando fueron llamados por Jesús. A los dos hermanos (Santiago  y Juan) les puso el sobrenombre de «Boanerges», que significa «hijos del trueno» por su fuerte temperamento. Junto con su hermano Juan y Pedro, fueron testigos de los momentos más relevantes en la vida de Jesús como la resurrección de la hija de Jairo, la Transfiguración en el monte Tabor y la oración en el Huerto de los Olivos.

Tras el Pentecostés, Santiago se encaminó a Hispania para predicar las enseñanzas de Jesús de Nazaret. En estas tierras, cuenta la tradición, recibió en dos ocasiones la visita de María, la Madre de Jesús, la primera en Caesaraugusta (2 de enero del año 40) sobre un pilar, dando origen a la devoción de Nuestra Señora del Pilar. La otra tendría lugar en Muxía. En ambos casos el motivo de la visita de María era reconfortar al Apóstol cuando su ánimo decaía.

Tiempo después regresaría a Jerusalén donde fue arrestado y martirizado en el año 44 por orden de Herodes Agripa I: “Por aquel tiempo, el rey Herodes comenzó a perseguir a algunos de la iglesia. Ordenó matar a filo de espada a Santiago, el hermano de Juan; y como vio que esto había agradado a los judíos, hizo arrestar también a Pedro”. Hechos 12:1-3. Según el Códice Calixtino, padeció martirio el 25 de marzo.

Sus restos saldrían desde el Puerto de Jaffa en Jerusalén el 30 de diciembre y llegarían milagrosamente hasta Hispania, a Iria Flavia, desde donde fueron trasladados hasta el monte Libredón (Compostela) traslado que, según el Códice Calixtino, tuvo lugar el día 25 de julio, allí se perdió el recuerdo de ellos hasta que un eremita de nombre Paio vio una noche una luz que mostraba el lugar del hallazgo. Esto sería en el año 813 (aunque otros autores lo sitúan en el 820 e incluso en el 830).

Sólo unos pocos años más tarde tiene lugar la intervención del Apóstol en la Batalla de Clavijo (23 de mayo de 844), apareciendo ante el rey Ramiro I y otros monarcas cristianos, sobre un caballo blanco, ayudando a sus tropas contra las de Abderramán II.

Desde entonces, siglo IX, los reyes establecieron el Voto de Santiago, por el cual todos los años los territorios que se iban reconquistando tenían que hacer una ofrenda a la Catedral de Santiago como agradecimiento a la intervención del Apóstol. Fue declarado oficialmente Patrón de España en 1630 por Urbano VIII. Finalmente, en 1646 las Cortes establecieron que ese Voto fuera ofrenda de los reyes, príncipes y del arzobispo de Santiago.


II.- Función y Procesión de Octava en la Parroquia de Santiago Apóstol

La mayoría de las referencias encontradas sobre la celebración de esta Función y Procesión de Octava proceden de la prensa local, en especial a partir de la década de los años 60 del siglo XIX; por ejemplo, a mediados de esa década se sabe que a la Función y Procesión de Octava de 1865 asistieron los Arzobispos de Valladolid (Juan Ignacio Moreno Maisanove) y de La Habana (Jacinto María Martínez Sáez). En la citada década puede que se estuviera asistiendo a la restauración o, por decirlo de alguna manera, resurgimiento de esta celebración que se manifestará de forma más clara hacia finales de la década de los 70 de dicho siglo, saliendo la procesión que se celebraba por el interior del templo a recorrer las calles de la parroquia. Así, por ejemplo, en 1873 aún se señala que la procesión era por el interior del templo.

Como preparación a la fiesta se celebraba novena en honor a Santiago, los cultos vespertinos de la víspera revestían mayor solemnidad, después de la Reserva se cantaba la solemne letanía y salve solemne en honor de la Santísima Virgen del Pilar.

Como se ha dicho, podría ser que hacia finales de esta década de los 70 la Procesión se desarrollase fuera de los muros del templo, en cualquier caso ya es seguro en 1879, año en que aparece publicado el recorrido de la Procesión: Santander, Atrio de Santiago, Constitución, Duque de la Victoria, Lencería, Plaza y Santiago. Una vez en el templo, terminó con la Reserva Solemne. Durante los años posteriores hay noticias de la misma que ayudan a reconstruirla, por ejemplo, en el recorrido se levantaban altares donde se cantaban villancicos y motetes.

Un nuevo recorrido similar aparece publicado en 1890: Atrio de Santiago, Constitución, Duque de la Victoria, Quiñones, Lencería, Plaza Mayor, Santiago, indicándose nuevamente que finalizaba con Reserva solemne y bendición por el Arzobispo que asistiría de pontifical. Mientras en la segunda mitad de esta década el recorrido era: Atrio de Santiago, Alfareros, Duque de la Victoria, Quiñones, Lencería, Plaza Mayor, Santiago y Santander. Al tiempo que ya empiezan a figurar referencias a la participación de elevado número de imágenes y cofradías en la procesión.

En cuanto a las imágenes, una de las primeras crónicas o tal vez la primera, que las enumera es la del año 1904, donde se recoge que salieron las imágenes de Santa Lucía, Santiago, Virgen del Pilar y, finalmente, el Santísimo Sacramento bajo palio.

No es una procesión que en líneas generales presente muchas modificaciones de un año para otro, pero si se puede hacer mención a unas cuantas, por ejemplo: según la crónica publicada en El Norte de Castilla de 27 de julio de 1907, las imágenes que salieron fueron San Fernando, Santiago y la Virgen del Pilar precediendo al Santísimo Sacramento, la procesión entró en el Convento de las Dominicas, y aunque las calles Alfareros y Duque de la Victoria presentaban colgaduras, no pudo pasar por ellas la procesión por causa de unas obras.

En 1908 las imágenes vuelven a ser Santa Lucía, Santiago, Virgen del Pilar y, finalmente, el Santísimo Sacramento bajo palio, que por otro lado son las habituales, lo que podría llevar a pensar en que la participación de San Fernando fue algo extraordinario (y es una pena que no señale de dónde procedía la imagen o que grupo la acompañaba) o bien que fuera un error.

Otras novedades se producen en 1912, se estrenaron una serie de estandartes, con las distintas partes del Catecismo, que fueron portados por los niños y niñas de la Catequesis en la Procesión del titular de la parroquia. Fueron confeccionados por las catequistas de la parroquia. Llamó la atención el estandarte general, bordado en oro, y que en el centro representaba la figura del apóstol Santiago, está predicando a toda clase de gentes entre las que se destacan multitud de niños que en actitud sumisa escuchan al Apóstol de la verdad evangélica. Ese mismo año, se estrenó también la imagen de un Niño Jesús con unas elegantes andas, que fue portado por los niños académicos de dicha Catequesis (Diario Regional, 23 de julio de 1912).

Estandarte de la Parroquial de Santiago Apóstol
Valladolid

En la crónica de la Procesión de aquel año, se publica que también participó una preciosa imagen del Sagrado Corazón de Jesús, que por primera vez salía en dicha procesión (Diario Regional, 26 de julio de 1912). Bien es cierto que la presencia de esta imagen del Sagrado Corazón de Jesús parece que fue algo extraordinario ya que no se menciona en años sucesivos.

Así, por estos años, el recorrido habitual de la procesión, que salía a las seis y media de la tarde (después de rezar el Rosario) era: Santander, Zúñiga, Santiago, Claudio Moyano, Duque de la Victoria, Quiñones, Lencería, Plaza Mayor, Santiago y Santander, para entrar en la iglesia donde se finalizaba con la Reserva Solemne. Las imágenes que participaban eran las del Niño Jesús, Santa Lucía, Santiago Apóstol (titular de la parroquia), Nuestra Señora del Pilar (cuya Directiva solicitaba a los comisarios y hermanos de la Cofradía que acompañaran a su Patrona, repartiendo hachas para alumbrarla) y por último, el Santísimo Sacramento.

La crónica publicada en El Norte de Castilla de 26 de julio de 1918 muestra el orden de procesión y algunos detalles para identificar alguna de las imágenes: “La comitiva llevaba el orden siguiente: Catequesis de niños y niñas de la parroquia con bandera y estandartes, y las imágenes del Niño Jesús y la Inmaculada Concepción, cofradía de Santa Lucía con su titular, el santo patrono de la parroquia y la cofradía de la Santísima Virgen del Pilar con la preciosa y riquísima imagen de plata. La cofradía sacramental y el Santísimo Sacramento bajo palio, llevado por el señor obispo auxiliar revestido de pontifical”.

Santiago Apóstol (imagen procesional)
Juan de Ávila, 1681
Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol
Valladolid


Conviene detenerse en las imágenes que figuraban habitualmente en el cortejo, ya se ha mencionado el Niño Jesús, estrenada en 1912. En cuanto a la imagen de Santa Lucía (mediados siglo XVIII), contaba con su propia Cofradía en la Parroquia, la imagen procede de la ermita de Nuestra Señora de Val y San Eloy (derribada en 1868). Por otro lado, la imagen del Titular de la Parroquia, Santiago Apóstol, a caballo, se encuentra en la cajonería de la sacristía, Se trata de una obra realizada por Juan de Ávila en 1681 y representa al Apóstol a caballo, en la iconografía derivada de su intervención en la Batalla de Clavijo. Finalmente, la imagen de Nuestra Señora del Pilar, titular de su propia Hermandad (erigida en 1727), que además de en la Procesión de Octava salía también en la Procesión del Corpus Christi (desde 1895) y hay constancia de otras salidas en el mes de octubre en procesión del Rosario.

En 1926, como se ha visto en otras funciones y procesiones de estas características, se habla de Procesión Sacramental y no se mencionan imágenes. El recorrido publicado en el Diario Regional de 24 de julio de 1926 fue: Zúñiga, Montero Calvo, Duque de la Victoria, Constitución y Santander.

Hay constancia de celebración de Procesión Sacramental por las calles de la parroquia en la Fiesta del Apóstol hasta los inicios de la década de los años 30. En 1931, en el anuncio de los cultos ya no se menciona su salida, ya que se prohibió la salida de procesiones a las calles, probablemente se celebrase por el interior del templo.

En la década de los 40 del siglo XX, la Procesión Sacramental se sigue celebrando por el interior del templo, así se anunciaba en 1943, por poner un ejemplo y, ya no se encuentran en los siguientes años constancia de su salida a las calles.



Cofradía del Santísimo Sacramento 

Son diversas las fuentes que recogen que existía una Cofradía Sacramental en todas y cada una de las parroquias de Valladolid, refiriéndose a las más antiguas, es decir hasta la de San Ildefonso, y es más que probable que todas ellas se erigiesen entre 1508 (creación de las primeras Cofradías Sacramentales por Teresa Enríquez de Alvarado) y 1567 (creación de la Cofradía Sacramental de la Parroquia de San Ildefonso).

No obstante, en el caso la Parroquia de Santiago Apóstol es preciso tomar en consideración la información facilitada por Antolínez de Burgos: “En fin, como iba Valladolid aumentándose de vecindades, fue forzoso convertir las ermitas en parroquias, y así sucedió á la de Santiago. Consta que ya lo era el año de 1490, porque en este tiempo Luis de la Serna, reconociendo que la iglesia, á mas de estar corta, estaba muy vieja y mal parada, que toda se hundia, hizo á sus expensas el cuerpo de ella, y grabó en él y sobre las puertas principales, como fundador, el escudo de sus armas. Pocos años despues, como la capilla mayor y la torre padeciese en mismo achaque de estar cerca de caerse, y alguna parte caida, por ser la una y la otra tapias envejecidas, concertó con los cofrades de la cofradía de la Oblación, que así lo reza la escritura, y es del Santísimo Sacramento, que la queria fundar y edificar, […]” (Historia de Valladolid, Juan Antolinez de Burgos, 1887.  Pág. 237).

Casimiro González García Valladolid en Valladolid sus recuerdos y grandezas… (Tomo I, pág. 768) recoge lo escrito por Antolínez de Burgos, añadiendo que la reedificación de capilla mayor y torre se solicita mediante escritura fechada el 5 de junio de 1498, otorgada ante D. Gonzalo Rodríguez de Valencia. Apunta Juan Agapito y Revilla (De arte en Valladolid: notas sueltas. Pág. 62) que la Cofradía “dio la autorización necesaria, y una semana más tarde, el 12 de Junio de 1498, el Provisor dio licencia para otorgar la escritura, la que se hizo el 8 de Octubre del mismo año por el presidente y cabildo de la iglesia colegial de Santa María”.
Este mismo autor proporciona un dato interesante para fijar la antigüedad de la Cofradía: “Consta que en 2 de Diciembre de 1481, por escritura otorgada entre Luis de la Serna y la cofradía de colación de Santiago, los padres de aquél, Francisco Núñez de la Serna y Teresa Rodríguez, estaban enterrados, y era suya, en la capilla que llevaba la advocación de San Antonio y San Cristóbal. Dicha antigua capilla, dice Antolinez, “es un pedazo como un esconce que está en la sacristía y es hoy un poco del servicio de ella”.

A partir de todo ello, conviene rectificar el título aportado por Antolinez, ya que no es de la Oblación, pues como se ha visto en la escritura se trata de la cofradía de la colación de Santiago, entendiéndose el término colación como territorio o parte de vecindario que pertenece a cada parroquia en particular. Lo que es más difícil de demostrar es que esta Cofradía que ya existía con anterioridad a 1481 tuviera en el tiempo de estas escrituras el carácter de Sacramental o que estuviera dedicada al Santísimo Sacramento, como apunta Antolínez de Burgos. Una opción sería que, que realmente sí que existiera en la Parroquia una Cofradía con el título de Cofradía del Santísimo y de Santiago, como ocurría en otras ciudades (ej. Burgos, fundada h.1338). O bien que, ya en el siglo XVI, momento de auge de las Cofradías Sacramentales, adoptase ese carácter. 



Cofradía de Santa Lucía

Se erigió en 15 de junio de 1588, y se aprobó por el Visitador de este Obispado en 26 de Abril de 1601; se fundó esta cofradía por los maestros de hacer agujas de esta ciudad, y aunque por el capítulo 4.º se prohibe la entrada á quien no sea de este oficio; habiéndose este extinguido, son los Cofrades de distintas clases. Los efectos son dos cortos censos, y las demandas que piden, que todo asciende como á 800 reales, y se invierten en una función á las Animas, sufragios, propinas, y refrescos”. (Memorias políticas y económicas…, Tomo XXIII. Por D. Eugenio Larruga. Madrid, 1792. Págs. 117-118).

Esta cofradía, por su carácter gremial, probablemente desaparecería a finales del siglo XVIII, ya que por decreto promulgado por Carlos III a propuesta del Consejo de Castilla el 25 de junio de 1783 desaparecían las cofradías gremiales, asistenciales y las que no tenían la aprobación civil o eclesiástica, y que en Valladolid se lleva a cabo en 1785.

Casimiro González García Valladolid, al hablar de la Ermita de Nuestra Señora del Val y San Eloy aclara “En esta ermita se erigieron también las hermandades de San Antonio de Padua y de Santa Lucía; al ser derribada se trasladaron la primera a la iglesia del Salvador, llevando a ésta la imagen y el retablo del Santo; la segunda a la de Santiago Apóstol, y la tercera o sea la de Nuestra Señora del Val, a la de San Estaban el Real” (Compendio histórico-descriptivo y guía general de Valladolid, págs. 118-119).

La cofradía que ha llegado hasta nuestros días data de 1862.

Santa Lucía
Imagen procedente de la Ermita de Nuestra Señora del Val y San Eloy
Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol
Valladolid




Hermandad de Nuestra Señora del Pilar

Se erigió en 30 de Noviembre de 1727, y se aprobó por el Provisor en 17 de Enero de 1728: los hermanos son de todas clases y oficios: no tiene efectos, y se mantiene con las limosnas que piden en varias veredas, las que produce el Rosario y caxillas en las casas, que todo asciende según el último cargo a 4.500 reales, los que gastan en una función á nuestra Señora, otra de Animas, aceyte para la luminaria, sufragios, refrescos y propinas de los actuales”. (Memorias políticas y económicas…, Tomo XXIII. Por D. Eugenio Larruga. Madrid, 1792. Págs. 118).

Su capilla es la parte más antigua del templo parroquial de Santiago Apóstol y, a lo largo de su historia ha recibido distintas denominaciones.

Por otro lado, tampoco ha estado libre de accidentes, ya que como señala Casimiro González García Valladolid en su Compendio: “La capilla de Nuestra Señora del Pilar, primera del lado del Evangelio, fue destruida por un incendio la noche del 30 al 31 de Diciembre de 1918, con cuyo motivo en el año 1920 se pintó de nuevo toda la iglesia”. (Pág. 45). Tras las obras oportunas la iglesia fue nuevamente abierta al culto el 26 de octubre de 1919.

La imagen de la Virgen del Pilar venerada en esta Parroquia de Santiago, a juzgar por la ráfaga que presenta, será posterior a 1905, ya que sigue el modelo de la que se regaló a la imagen de Zaragoza en dicho año con motivo de su coronación canónica (20 de mayo de 1905). Sin embargo en la crónica de la procesión de 1918 ya se menciona la Virgen del Pilar de plata. A finales de ese mismo año, como acabamos de ver, se produce el incendio en su capilla.

A lo largo de las décadas del siglo XX, la celebración de los cultos en honor de la titular de esta Hermandad conocieron momentos de auge y decadencia. Como ejemplo del auge, según las crónicas de la prensa local, encontramos que en 1913 la imagen salió en procesión el día de su fiesta, por las calles Santander, Zúñiga, Santiago, Claudio Moyano, Duque de la Victoria, Lencería, Plaza Mayor, Santiago y Santander.

Además de su Novenario en octubre, la participación en el Corpus Christi y la Octava de Santiago, celebraba cultos mensuales en honor de su titular el día 12 de cada mes.

Nuestra Señora del Pilar
Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol
Valladolid


En la prensa local hay anuncios de sus cultos hasta finales de las década de los 70 de siglo XX, en los cuales el Novenario de octubre se había reducido a un Triduo que se celebraba entre los días 11 a 13 de octubre. Por ejemplo en 1977: “Triduo a Nuestra Señora del Pilar; día 11 a las 19:20 rosario, oración, reserva, bendición, salve, santa misa con homilía de D. José Antonio Chico, coadjutor de la parroquia. Día 12, a las 10:30, oficio solemne con homilía e himno a Nuestra Señora del Pilar. Día 13, a las 10:30 misa por los cofrades difuntos”.

En la introducción al Novenario en honor de Nuestra Señora del Pilar de la Parroquia de Santiago, publicada en 1889, figuran las indulgencias concedidas a esta Hermandad:

NUESTRO Santísimo Padre Clemente XIII ha concedido mucha s indulgencias á los que se inscribiesen en el libro de la Congregacion de MARíA SANTíSIMA DEL PILAR, que se venera en la parroquia de Santiago de esta ciudad, de Valladolid, como consta de la Bula que está en el archivo de dicha Congregacion.
El Emmo. Sr. Cardenal D. Sabo Milini, Nuncio que fué de su Santidad en estos reinos de España, concedió cien dias de indulgencia á todas las personas que en cada una de las horas que diere el reloj rezáren una Ave-María delante de cualquiera Imágen de Nuestra Señora del Pilar.

El Ilmo. Sr. D. Julian Dominguez Toledo, Obisp o que fué de esta Ciudad, concedió cuarenta dias de indulgencia á todas las personas que devotamente hicieren este santo Novenario, por cada uno de los dias.
Y tambien concede dicho Ilustrísimo Señor otros cuarenta dias de indulgencia á todas las personas que delante de alguna imágen de nuestra Señora del Pilar, rezaren una Ave-Maria en cada una de las horas que diere el reloj”.

Finalmente en octubre 1943 se publica (El Norte de Castilla) que hay concedida Indulgencia Plenaria por Clemente XII a los hermanos que comulguen y confiesen y los que se apunten el día de la fiesta de Nuestra Señora.


martes, 12 de febrero de 2013

Procesión de Octava en la Iglesia Parroquial de Santa María de la Victoria

Nuestra Señora de la Victoria
Iglesia Parroquial de Santa María de la Victoria.
Valladolid


En el año 1544 se asientan en Valladolid los frailes mínimos de San Francisco de Paula fundando un convento bajo la advocación de Nuestra Señora de la Victoria, asentándole primeramente en una ermita dedicada a San Roque propiedad de la Cofradía del mismo nombre.

El convento fue suprimido el 29 de enero de 1821 en virtud del Decreto de las Cortes de 1 de octubre de 1820. Tras el Trienio Liberal vuelve la vida conventual al complejo, celebrándose la apertura de la iglesia el 21 de mayo de 1826. En la década de los 40 de ese mismo siglo sale a la venta en convento, por lo que se entiende que ya no residían allí los religiosos, pero la iglesia sigue abierta al culto. En 1861 es destinada a ayuda de la parroquia de San Nicolás, contando con sus propios libros, ya que el 10 de febrero de 1861 se realiza el primer registro en ellos, conservándose la misma advocación mariana. 

En el año 1863 comienza a celebrarse función y procesión en honor a la titular del templo. Así lo anuncia El Norte de Castilla de 2 de julio de 1863: “En la de la Victoria se celebra la primera función á la Santísima Virgen su titular; á las diez y media de la mañana habrá Misa solemne y sermón que pronunciará el Sr. D. Mariano Miguel Gómez, canónigo lectoral de la santa metropolitana iglesia. Estará S.D.M. manifiesto durante la Misa mayor y por la tarde hasta las seis y media, á cuya hora saldrá la sagrada imagen por las calles principales del barrio y se irá cantando el Rosario, asistiendo á todo la capilla de música de la Catedral”.

En el arreglo parroquial de 1885, siendo arzobispo de Valladolid D. Benito Sanz y Forés, fue elevada a categoría de parroquial con el nombre de Santa María de la Victoria.

En todos estos años hay constancia de la procesión, en ocasiones no pasa de ser poco más que una breve reseña en la prensa. En el cambio de siglo es cuando se encuentran las noticias sobre la misma, así en El Norte de Castilla de 2 de julio de 1900 aparece publicado el recorrido de aquel año: Victoria, San Lázaro, Fuente el Sol, Monjas, del Medio, Paseo del Muelle y Plazuela de San Bartolomé. Una procesión que estaba anunciada para las seis de la tarde.

En enero de 1901 la iglesia se cerró al culto “por amenazar ruina la media naranja”, siendo abierta nuevamente, ya restaurada, en 1903. No obstante, en el año 1902 se anuncia que habrá procesión por las calles de costumbre.

En El Norte de Castilla de 30 de junio de 1903 se recogen los actos de bendición de la iglesia tras la restauración y los cultos por la fiesta de Nuestra Señora de la Victoria. Añade el dato que en los dos años y medio que ha estado cerrada la iglesia, los cultos se han celebrado en una capilla provisional. El día 1 de julio de 1903 tiene lugar la bendición de la iglesia. Para el día 2 de julio se anuncia fiesta con sermón sufragado por D. Ramón Gallego, vecino de La Victoria, la celebración de Jubileo de las Cuarenta Horas, procesión por las calles y bendición con el Santísimo Sacramento y Reserva.

En el mismo diario, con fecha 30 de junio de 1904 se anuncia la presencia de una nueva imagen en la parroquia. Se trata de una “nueva imagen de San Antonio de Padua de cartón-madera adquirida por el párroco de la Victoria don Raimundo González Cuadrado. Saldrá por primera vez en la procesión. Pilar Gardoqui ha costeado el arreglo del altar de San Antonio de Padua, del que es camarera, pintura imitación a mármol”. Y, efectivamente, dentro de la relación de imágenes que se portaron en la procesión aparecida en la crónica de 3 de julio de 1904 figuran: San Basilio, la Virgen del Pilar, San Roque, Nuestra Señora del Carmen, San Antonio, San José, la Virgen de la Victoria y Santísimo bajo palio.

El recorrido de la procesión debía ser el mismo o apenas ofrecía variaciones. Así en 1906 fue por Victoria, Fuente el Sol, Monjas, Medio, Paseo del Muelle y plaza de San Bartolomé. Se señala que la Virgen de la Victoria iba en andas y la echaban multitud de rosas deshojadas, también se menciona al Santísimo Sacramento, bajo palio.

El Diario Regional de 3 de julio de 1908 recoge las imágenes que salieron en la procesión de aquel año, son las mismas que las vistas en 1904 a excepción que ya no figura la imagen de San Basilio, así quedan (según la crónica): Nuestra Señora del Pilar, San Roque, La Virgen del Carmen, San Antonio, San José, Virgen de la Victoria y el Santísimo Sacramento, llevado por el cura párroco, bajo palio. Estas mismas imágenes, cerrando el Santísimo Sacramento, se repiten en la procesión de 1909 y 1910. A propósito de este último año, 1910, conocemos más datos de la celebración de la fiesta de la titular. El día 2 de julio de 1910, desde primeras horas (desde las 4:30) se decían misas hasta las 10 que era la mayor solemne con S.D.M. manifiesto por celebrase el jubileo de las Cuarenta Horas y sermón Panegírico que aquel año corrió a cargo de don Francisco Martín de Castro, canónigo lectoral de la S.I.M. A las 19:00 estación mayor y santo rosario y a continuación tuvo lugar la Procesión de Octava (a la que asistió el Batallón Infantil), el Santísimo Sacramento fue llevado por el párroco don Raimundo González Cuadrado y asistió la Banda del hospicio Provincial dirigida por Don Benito Fernández.

El 26 de noviembre de 1911 tiene lugar la bendición solemne de la Imagen de la Purísima Concepción, que posteriormente se unirá a la Procesión de Octava del 2 de julio, acompañada por las Hijas de María de aquella parroquia con velas encendidas, quedando la procesión, normalmente, este orden: Nuestra Señora del Pilar, San Antonio de Padua, San Roque, Nuestra Señora del Carmen, San José, Purísima Concepción (acompañada por las Hijas de María con velas encendidas), Nuestra Señora de la Victoria, seguirían la Cruz parroquial, el párroco o autoridad eclesiástica portando el Santísimo Sacramento, con el que se impartía la Bendición al finalizar la procesión y clero parroquial y la autoridad civil.

Por estas fechas el recorrido habitual de esta procesión sigue siendo: Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, Fuente el Sol, calle Monjas, Paseo del Muelle, Plaza de San Bartolomé, Fuente el Sol y La Victoria para regresar a la Iglesia.
Llegados a la iglesia se terminaba con el Santo Dios, Salmo Credidi, Tantum Ergo, bendición con el Santísimo y reserva solemne con las preces de costumbre.

En la procesión de 1915, el Santísimo Sacramento fue llevado por D. Pedro Segura (según la crónica de El Norte de Castilla).

La crónica publicada en El Norte de Castilla de 3 de julio de 1917 recoge que “Por la tarde á las seis, salió la procesión sacramental, en la que figuraban la titular y varias imágenes de los santos de mayor veneración de dicha iglesia. El Santísimo era llevado bajo palio por el señor párroco don Raimundo Cuadrado, asistido por el clero de la parroquia”.

Por estos años no cabe reseñar novedades, se mantiene el mismo recorrido, las mismas imágenes. Pero destaca que en la procesión de Nuestra Señora de la Victoria de 2 de julio de 1921 la custodia la llevó D. Remigio Gandásegui (Diario Regional, 03/07/1921). En la crónica de este año publicada en El Norte de Castilla (03/07/1921) recoge acerca de la procesión: “La Virgen de la Victoria era llevada á hombros de los mozos del barrio, y sus andas habían sido pintorescamente engalanadas con los frutos tempranos recogidos por los hortelanos de la parroquia; sentida ofrenda de aquellos buenos vecinos á su Virgen, con la más simpática devoción”.

Mismo recorrido e imágenes en la procesión de 1922. Aunque según la crónica de esta procesión publicada el 04/07/1922 en El Norte de Castilla, las imágenes que formaron parte de la misma fueron: Virgen del Pilar, la Sagrada Familia, Virgen del Carmen, San Roque, San José y Virgen de la Victoria, no mencionándose el Santísimo Sacramento. En esta ocasión predicó Emilio Álvarez, capellán del arzobispo, por la mañana.

La crónica publicada en El Norte de Castilla de 3 de julio de 1923 dice que formaron en la procesión las imágenes de la parroquia y el Santísimo Sacramento, hubo tres altares durante el recorrido. Según del Diario Regional fueron las imágenes de Nuestra Señora del Pilar, San Antonio de Padua, San Roque, la Virgen del Carmen, la Purísima Concepción acompañada de las Hijas de María con velas encendidas, San José y Nuestra Señora de la Victoria y el Santísimo Sacramento. En el Diario regional de domingo 1 de julio de 1923 anuncia el recorrido: Victoria, Fuente el Sol, Monjas, Medio y Paseo del muelle, atravesando por la Fuente el Sol a la de la Victoria.

Curiosamente en el anuncio de los preparativos y cultos del año 1924 publicado en El Norte de Castilla de 30 de junio de 1924 aparecen las mismas imágenes excepto la de la Purísima Concepción.

En la Procesión del año 1925, según las crónicas, prima el carácter sacramental, de hecho no hay mención a la participación de imágenes. Este período de años, 1925-1926 es importante ya que, como se ha visto en otras Procesiones de Octava, es cuando dejan de participar imágenes en la Procesión del Corpus Christi y en las Octavas de las Parroquias.

El 1 de julio de 1926, aparece el anuncio de los cultos y procesión: Recorrido.- Victoria, Fuente el Sol, Monjas, Medio, paseo del Muelle, Plaza de San Bartolomé, Fuente el Sol y Victoria para regresar a la iglesia.
Imágenes.- Virgen del Pilar, San Antonio de Padua, San Roque, Virgen del Carmen, San José, la Purísima, acompañada por la Congregación de Hijas de María, y Nuestra Señora de la Victoria. Banda unión Musical Vallisoletana. Así parece deducirse entonces que ya no es una procesión sacramental.

Y, posteriormente llegará la década de los 30 con el paréntesis que supuso para la celebración en las calles de este tipo de actos. 

El 1 de junio de 1939, a las 8 de la tarde,  D. Daniel Azorín (cura ecónomo) bendice una imagen del Corazón de Jesús, regalo de una familia del barrio para la parroquia.
Este mismo año, 1939, se celebra triduo en honor a la Virgen de la Victoria y el día 2 de julio salió la imagen de la Virgen en procesión, tras varios años sin salir.

En las siguientes décadas, las de los años 40, 50 y 60 del siglo XX, hay procesión de Nuestra Señora de la Victoria, y parece que es hacia finales de ésta última cuando se pierde.


sábado, 2 de febrero de 2013

Visita del Lignum Crucis de Liébana a Valladolid y la Cofradía de las Siete Palabras


Hoy, 2 de febrero, Fiesta de la Presentación de Nuestro Señor en el Templo y Purificación de Nuestra Señora, celebrada como Nuestra Señora de las Candelas, de la Purificación o de Salve, como es el caso de la Patrona de la Cofradía de las Siete Palabras, se recupera desde estas líneas un acontecimiento que tuvo lugar en 1958, y en el que en el desarrollo de los actos tuvo mucho que ver la Cofradía de las Siete Palabras: la Visita del Lignum Crucis de Liébana a la ciudad de Valladolid.

Son realmente escasos los traslados o salidas del Lignum Crucis de su Santuario de Liébana, de sobra conocido pues es el mayor fragmento conservado de la Cruz de Cristo (la reliquia mide 63 centímetros de alto vertical; 39 centímetros horizontalmente, de lado a lado de los brazos de la Cruz; 1,5 centímetros de grosor, y de 4,5 a 9,5 centímetros de ancho, según la medición realizada el 13 de septiembre de 1938). Además de las dimensiones, en 1958 fue analizada la reliquia por el Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias de Madrid, concluyendo que se trata de madera de 'Cupressus sempervirens 'L, ciprés muy común en el área geográfica de Palestina, y podía tener una antigüedad de más de 2.000 años.

Pues bien, volviendo al tema de los traslados, quedan constatados los siguientes: El 3 de abril de 1957, el Lignum Crucis salió por primera vez fuera de la comarca lebaniega. Fue llevado a Santander, para presidir la Santa Misión, allí permaneció hasta el 14 de abril.
Al año siguiente, el 19 de marzo de 1958 fue trasladado a Madrid, con motivo de la Santa Misión de la parroquia de San Ginés, y de su sexto centenario. Allí permaneció hasta la mañana del 12 de abril cuando fue despedida en el Palacio de El Pardo de Madrid por el Jefe de Estado, partiendo desde allí a Valladolid. Tres días después regresó al monasterio de Liébana.
Después nuevamente a Santander, Astorga y Sevilla.

Según el artículo publicado en El Norte de Castilla de 12 de abril de 1958, fecha en llegaba la reliquia a Valladolid, se señala que el Lignum Crucis llegaría a la ciudad a la seis y media de la tarde, entre un volteo general de campanas.

La reliquia llegaba en una caravana automovilística, precedida de la sección de la Guardia municipal motorizada y presidida por el arzobispo de Valladolid, entró a la ciudad por la carretera de Madrid, paseo España, paseo de Filipinos y andén lateral del Campo Grande. El primer punto donde se detendría en la ciudad sería en el Auditorio del Campo Grande donde sería recibida por las autoridades locales.

En dicho Auditorio, como parte de la recepción, del Arzobispo impartiría la Bendición con la Reliquia y seguidamente se iniciaría una procesión para trasladarla a la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, por el siguiente recorrido: andén central del Campo Grande, plaza de Zorrilla y calle Santiago, hasta la mencionada iglesia.

En dicho artículo aparece también la planta u orden de procesión: Guiones de la cofradía de las Siete Palabras, cofrades y hermanas de devoción, de esta cofradía y representaciones de las cofradías penitenciales y Acción Católica, coche descubierto con la reliquia, llevada por el reverendísimo prelado y coches de las autoridades locales.

A la llegada a la Parroquia de Santiago, la Reliquia sería recibida por el clero parroquia y una comisión de la Cofradía de la Siete Palabras, que introduciría bajo palio la Reliquia en el templo, donde una vez en su interior procederían a adorarla las autoridades, clero y cofradías.

A partir de las 20:30 horas de aquel mismo día comenzaría el turno del pueblo fiel para poder adorar la Reliquia, quienes accederían al templo por la puerta de la calle de Héroes del Alcázar, para salir por la del Atrio. La adoración estaba prevista que continuará toda la noche, hasta las 7:30 de la mañana del domingo, hora que sería suspendida hasta la 13:30 horas, para que puedan los fieles oír las misas habituales en la iglesia parroquial.

Nuevamente, desde las 13:30 hasta las 20:00 horas podría adorarse la Reliquia sin interrupción. A esa hora, las 8 de la tarde, se celebraría una Hora Santa, en la que predicaría el M. I señor don Marcelo González. Al finalizar la Hora Santa se reanudaría la adoración de la Reliquia hasta la mañana del lunes (14 de abril), cuando la reliquia saldría de la ciudad.

Una última nota se anuncia en este artículo, se trata de los HONORES MILITARES:
Con motivo de la llegada a esta ciudad de la milagrosa reliquia del «Lignum Crucis» de Liébana se rendirán los máximos honores militares concedidos por la Presidencia del Gobierno.
Dichos honores serán dados por una compañía del regimiento de Infantería San Quintín número 32, con bandera, banda y música, la cual acompañará a la sagrada reliquia en  su recorrido desde el auditorio del Campo Grande a la iglesia de Santiago. (El Norte de Castilla, 12/04/1958).

La crónica publicada en el mismo diario al día siguiente recoge todos estos puntos, añadiendo algunos detalles. 
La compañía del Regimiento San Quintín, a la que se acaba de aludir estaba formada ante el “Auditorium” del Campo Grande. Al lado de este edificio se situaron las autoridades, entre las que se encontraban Monseñor García Goldáraz,  Arzobispo de Valladolid; el Sr. Ruiz-Ocaña, Gobernador Civil; señor Rubio, capitán general de la Región;  señor G. Semprún, alcalde; señor Balmori, general gobernador militar; señor Conde Pumpido, presidente de la Audiencia; señor Serrano, rector de la Universidad; señor Berzosa, presidente de la Diputación; señor Santiago Juárez, delegado provincial de Información y Turismo; señor Olano, segundo jefe de Hacienda;  señor Casaro, coronel jefe de Estado Mayor de Aviación, en representación del general jefe de esta Región Atlántica, etc., etc.

También se encontraban las Cofradías, formando en ellas las Hermanas de Devoción, en la crónica recoge las siguientes: La Piedad, Preciosa Sangre, Virgen de las Angustias, Santo Entierro, Jesús Nazareno, Oración del Huerto, Sagrada Cena, Descendimiento, Vera Cruz, la Sagrada Familia, Santo Sepulcro (Josefinos). Asistiendo también las Órdenes Religiosas y el clero de la ciudad.

Aparte de todas estas Cofradías mencionadas, se encontraba también la Cofradía de las Siete Palabras, indicando que es la Cofradía organizadora de la visita de la tan preciada reliquia. Varios directivos de la misma, esperaban al pie del “Auditorium” como comisión receptora al cortejo que la portaba. Antes de la recepción, el vicepresidente de la Cofradía, don José María Muro, acompañado del Hermano Mayor de la misma, don Juan Bautista García, junto con otros directivos y cofrades se habían trasladado hasta Villacastín para esperar y posteriormente acompañar la Reliquia hasta la ciudad. A su llegada al término municipal de la ciudad era recibida por el alcalde de la ciudad y varios concejales.

Como se indicó en el anuncio de los cultos, la llegada al “Auditorium” estaba prevista a las seis y media de la tarde, aunque parece que se retrasó un poco. La comitiva estaba compuesta por: dos motoristas del ayuntamiento que abrían la marcha, “seguidos del coche en que el obispo auxiliar de Santander, doctor don Doroteo Fernández, portaba la preciosa reliquia, auxiliado por el párroco de Potes, don Felipe González, y el sacerdote encargado del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, don Desiderio Gómez. Detrás, los coches acompañantes en el cortejo, en uno de los cuales venían los cinco alcaldes de los cinco pueblos del valle de Liébana, a los que los vecinos de dichos pueblos dieran el encargo de escoltar la venerada reliquia”.

En el momento de la llegada, la banda de música toco el toque de atención seguido del Himno Nacional al tiempo que Don Doroteo Fernández colocaba el “Lignum Crucis” en una mesa o altar preparado para ello, a continuación fue mostrada a los fieles congregados, interpretándose el himno a la Exaltación de la Cruz “Vexilla Regis”

Texto latino (debajo de cada estrofa se muestra la traducción al castellano).

Vexilla Regis prodeunt:
Fulget Crucis mysterium,
qua vita mortem pertulit, 
et morte vitam protulit.
(Las banderas del rey se enarbolan: / resplandece el misterio de la cruz,/ en la cual la vida padeció muerte,/ y con la muerte nos dio vida. )

Quæ vulnerata lanceæ, 
mucrone diro, criminum
ut nos lavaret sordibus,
manavit unda et sanguine.
(Vida que traspasada con el cruel hierro de la lanza, / manó agua y sangre / para lavarnos de las manchas / de nuestros pecados.)

Impleta sunt quæ concinit
david fideli carmine,
dicendo nationibus:
Regnavit a ligno Deus.
(Cumpliéronse ya los proféticos / cantares de David, donde / dijo a las naciones: / reinó Dios desde el madero.)

Arbor decora et fulgida 
ornata Regis purpura, 
electa digno stipite 
tam sancta membra tangere. 
(¡Oh árbol hermoso y resplandeciente! / Adornado con la púrpura del Rey, / escogido como digno madero / para el contacto de tan santos miembros.)

Beata, cujus brachiis
pretium pependit sæculi:
Statera facta corporis,
tulitque prædam tartari.
(¡Árbol venturoso, de cuyos brazos / estuvo pendiente el precio del mundo! / Hecho balanza del divino cuerpo,/ levantó la presa del infierno.)

O Crux ave, spes unica, 
hoc Passionis tempore: 
Piis adauge gratiam,
reisque dele crimina. 
(Salve, ¡oh cruz, única esperanza nuestra! / En este tiempo de pasión / acrecienta la gracia a los justos / y borra a los pecadores sus culpas.)

Te, fons salutis Trinitas, 
collaudet ominis spiritus: 
Quibus  Crucis victoriam 
largiris, adde præmium. 
Amen. 
(A ti, oh Santa Trinidad, fuente de la eterna salud / alaben todos los Espíritus: / y a los que haces partícipes de la victoria de la cruz/ dales el galardón./ Amén.)

Tras estos actos, se organizó de nuevo la comitiva que trasladó la Reliquia hasta la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, en esta parroquia, cofrades de las Siete Palabras recibieron el Lignum Crucis bajo palio y fue depositada en el altar de Cristo Crucificado “donde se venera durante todo el año la sagrada imagen”. Nuevamente se cantó el himno Vexilla Regis y después comenzó la adoración de la Reliquia, siendo el Arzobispo de Valladolid y el Obispo Auxiliar de Santander los primeros en hacerlo, seguidos de las autoridades, representaciones y cofradías y hermanas de devoción. Ya, a partir de las 20:30, pudo acceder el pueblo fiel a su adoración. Esta adoración por parte de los fieles se vio interrumpida sólo en dos momentos, uno de ellos durante la Hora Santa, que como se ha dicho fue predicada por el M.I.Sr.D. Marcelo González, y también para la celebración de las Eucaristías de la parroquia en la mañana del domingo.

El lunes, 14 de abril de 1958, a las doce de la mañana, la Cofradía de las Siete Palabras organizó una sencilla ceremonia (de la que no aparecen detalles en la crónica) para despedir la Reliquia del Lignum Crucis. El presidente de esta Cofradía, Sr. Rodríguez Villanueva, junto con numerosos fieles, acompañaron la Reliquia hasta la localidad de Dueñas, donde definitivamente se despidieron de ella, y siguió viaje hasta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.

* Nota.- Los nombre y cargos que figuran en esta entrada son los que aparecen publicados en la crónica de esta visita publicada en la prensa local.

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